Nuestros servicios

El mantenimiento de la instalación de gas es esencial para la seguridad de su familia. La normativa del gas exige que se realicen una serie de operaciones de mantenimiento de las instalaciones y aparatos de gas, al objeto de prevenir posibles fugas, emanaciones de CO2 y otras averías.

Si en su caso, es necesario o desea realizar alguna modificación o ampliación en la instalación de gas, deberá contratarla con un Instalador Autorizado. Este instalador una vez que haya terminado la obra debe emitir un certificado que refleje las modificaciones o ampliaciones realizadas, y que deberá entregar para que quede constancia de la reforma.

Reparaciones y reformas de instalacion de gas y cambio de calderas

La vida útil de las calderas  de gas y otros aparatos, desafortunadamente, es limitada,  motivo por el cual, en algunas ocasiones, nos encontramos que tenemos que realizar varias reparaciones. Mantener la instalación al día, informar de cualquier anomalía o tener una ventilación adecuada, son algunas de las precauciones que debes tener en cuenta. El gas natural es una energía muy segura, pero es importante seguir algunas recomendaciones muy sencillas para disfrutarlo con total tranquilidad.

Las incidencias más comunes en nuestras calderas de gas pueden ser las siguientes:

Fallos en quemadores, filtros y electrodos

Las calderas de gas acumulan grasa (si estan ubicadas en la cocina) y polvo que se va convirtiendo poco a poco en hollín y consecuentemente ciertas piezas dejen de funcionar bien. La tarea de limpieza de estos elementos debe ser hecha por un experto ya que manipular piezas de conductos de gas por manos inexpertas puede ser peligroso.

Falta de fuerza para calentar

Esta circunstancia se puede dar o bien por una fuga en el circuito de agua de los radiadores, una bolsa de aire en los conductos del agua o simplemente que hemos vaciado y rellenado el circuito. Normalmente esto se puede solucionar reparando la fuga de agua si es que la hubiese o purgando los radiadores.

Problemas de Oxidación

Muchas calderas sufren problemas de corrosión por el tipo de agua .Un agua muy ácida puede influir en el funcionamiento interno de nuestra caldera.
Caldera, ciclo agua-vapor y otros consumidores de vapor se ven afectados enormemente por las condiciones químicas del agua y del vapor. Los mayores problemas en el rendimiento del circuito agua de las centrales térmicas están relacionados con la acumulación de depósitos porosos en la zona de agua de los tubos de caldera. Una parte de los depósitos provienen del arrastre de los productos de corrosión generados en los sistemas previos a la caldera; otra parte proviene de la corrosión de los propios tubos de la caldera; y una última parte proviene de compuestos que arrastra el propio vapor por utilizar un agua de alimentación al sistema que no cumple con los requerimientos deseables.

Incrustaciones de Calcio

Las incrustaciones calcáreas están compuestas principalmente de calcio y magnesio.
La denominada agua dura contiene una elevada concentración de calcio: cuanto más calcio hay en el agua, más dura es el agua y mayores son los problemas.

Si las aguas son muy duras con alto contenido en calcio y magnesio, con el tiempo estos componentes pueden obstruir la circulación normal del agua.
La cal comienza a acumularse en cuanto el agua dura empieza a circular a través de un tubo.
Las incrustaciones de cal se desarrollan aún más cuando la presión del agua varía. Esto ocurre cuando el agua cambia de dirección en una curva o intersección o cuando sale de la tubería por un grifo.Además, las incrustaciones calcáreas se forman especialmente en lugares con alta temperatura, tales como calefactores y radiadores. Cuanto más alta es la temperatura de la superficie, más se desarrollarán las incrustaciones de cal. Los lugares problemáticos más frecuentes son los calefactores, los calentadores de agua, etc.